El enfoque

Cuando un cachorro llega a nuestra familia, los primeros dias no atiende a tu llamada ni a su nombre, pero el momento en el que, pasados unos días, gira la cabeza cuando dices su nombre, ese gran momento es similar al ejercicio del que vamos a hablar.

Quería ponerte este caso para que lo entendieses un poco mejor, pero ojo, que no es lo mismo. El enfoque, tiene como objetivo establecer una conexión visual perro-guía y que el perro ignore todo estimulo que no sea su entrenador.

La clave la tenemos en la vista, tenemos que gesticular de tal forma que el perro focalice la atención en nosotros y no atienda a otros estímulos perdiendo la concentración. Veamos como lo conseguimos.

Vayamos paso a paso

Comenzaremos por colocar a nuestro perro cerca de nosotros, da igual si está a la derecha, a la izquierda o en frente, el motivo por el que se posiciona al lado nuestro es para poder premiarlo de forma directa y precisa. Usa como premio el motivador del que hablo en la sección de adiestramiento de esta web, puede ser un juguete, un mordedor o comida, pero ten en cuenta, que, si eliges un mordedor o un juguete, tendrás un espacio de tiempo en el que el perro se va a distraer. Además, si tu Malinois no tiene el comando “suelta” interiorizado, perderás aún más tiempo y concentración.

Por lo que te recomiendo que permies con comida. ¿Sabes las salchichas Frankfurt del súper? Esas valen, a los perros les encanta y huelen mucho. No son el premio más sano, pero nos puede valer para el principio.

Vale, ya tenemos al perro en posición, pero ¿el tema de la correa? ¿hacemos el ejercicio con el perro atado o suelto?

Si decides hacerlo con el perro libre es porque muestra gran atención hacia ti y de la situación en la que te encuentres, no es lo mismo estar en un lugar tranquilo los dos solos, que en un parque concurrido con perros alrededor. De todas formas, lo que te recomiendo y bueno, que te darás cuenta de que es lo mejor, es que practiques con la correa para ayudarle a reconducir su atención.

Img con correa

Supongamos que elegimos la comida como refuerzo positivo, comenzaremos a darle varios pedazos de comida de forma continuada, y cuando la esté consumiendo, lo felicitaremos con un “muy bien” este comando vendrá muy bien, valga la redundancia, para reforzar de forma positiva el un comportamiento positivo. Una vez conciba el concepto positivo de la comida y la desee, le llamaremos por su nombre para que nos mire.

La etiqueta no condicionará el ejercicio, pero su nombre es un comando que ya conoce y tendrá una tendencia natural a mirarnos, aún si ha tenido una carga de comida previa emitiremos nombre momento en el que fijé su atención hacia nosotros le administraremos el refuerzo (comida) y los felicitaremos.

 Si no nos mira cuando decimos su hombre, posicionaremos la comida de tal forma que tenga que tener un contacto visual con nosotros para obtenerla, y justo en el momento en que nos mire emitiremos su hombre a la par que la administramos su premio.

Esto debemos hacerlo de forma continua, día a día.

Una vez tenga ya establecido el enfoque de forma clara, ampliaremos el tiempo entre el enfoque administración del premio, la demora la realizaremos de forma progresiva. Los intervalos de tiempo entre su nombre y la administración del premio los realizaremos de forma gradual, no desistirá y se mantendrá expectante para conseguir el refuerzo.

Vale, el perro ya focaliza su atención en nosotros, ahora lo que podemos hacer es aumentar la dificultad pero a mayor distancia.

Para ello, lo soltaremos en un entorno siempre controlado y le dejaremos a su rollo………..

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